• Este 14 de marzo se conmemora el Día Mundial de Acción por los Ríos que busca generar conciencia sobre la relevancia de las cuencas en el mundo, por su importancia ambiental, ecosistémica y sociocultural. 

Este 14 de marzo se conmemora el Día Mundial de Acción por los Ríos que busca generar conciencia sobre la relevancia de las cuencas en el mundo, por su importancia ambiental, ecosistémica y sociocultural.  En la actualidad ha quedado establecido que los ríos facilitan a comunidades y ciudades su acceso al agua potable, el desarrollo agrícola e industrial, pero también que permiten la integridad de los ecosistemas, tanto en el cauce como en la ribera, como en toda la cuenca. 

Pero su aporte, incluso, va más allá. Son fundamentales para los sistemas litoraleños y marítimos. 

En Chile existen 101 cuencas hidrográficas y más de 1200 ríos, que mantienen una estrecha relación con los ecosistemas costeros, ya que en su desplazamiento de cordillera a mar (por gravedad), transportan diversos nutrientes esenciales para la biodiversidad marítima.

El estudioAnálisis: El agua de los ríos no se pierde cuando llega al mar”, del Centro de Ciencias del Clima y la Resiliencia (CR2), da cuenta de las múltiples funciones que cumplen los ríos que, siguiendo su flujo natural, desembocan en la costa y producen “múltiples beneficios a las comunidades costeras, genera una barrera natural a la entrada de agua salobre río arriba, determina las condiciones hidrográficas y oceanográficas necesarias para sustentar diversos hábitats en la zona costera, y transporta sedimentos y sustancias disueltas esenciales para la productividad del océano, incluyendo carbono, nitrógeno, fósforo y sílice”.

Es así que el documento destaca la importancia del transporte de arenas y sedimentos hasta la costa. Si esto no ocurriera “nuestras playas desaparecerían producto de la actividad erosiva natural. Junto con esto, las áreas estuarinas, donde el agua dulce de los ríos se encuentra con el mar, generan un hábitat único, de una extraordinaria biodiversidad terrestre y acuática, que involucra especies de ambos mundos, el del agua dulce y el del agua salada”.

En la investigaciónLa influencia de la descarga fluvial en la exportación de nutrientes y la biomasa de fitoplancton frente a la costa central de Chile (33°–37°S): ciclo estacional y variabilidad interanual”, un grupo de científicos de diversos países demostró cómo los ríos pueden contribuir a mejorar la actividad biológica en las aguas costeras de Chile central y cómo este aporte se ve disminuido en períodos de sequía, cuando el cauce es menor.

Los ecosistemas marinos no serían como son, tan ricos ni diversos si no fuera por el agua dulce de los ríos, por los nutrientes que traen” acota Francisco Viddi, biólogo marino de la Fundación Melimoyu e integrante de la Campaña Salvemos la Patagonia. 

En especial, el biólogo se refiere al valor del maritorio de la Patagonia chilena “considerado un gran estuario, precisamente por los complejos procesos oceanográficos de fina y meso escala que se producen a raíz del agua dulce, el encuentro entre los dos tipos de agua, dulce y salada”. 

Viddi menciona que en esta zona diferentes áreas protegidas con zonas costeras dependen del aporte de los ríos para mantener su valor ecológico, constatando la estrecha relación entre los cursos hídricos no intervenidos.

Ejemplo de ello es la conexión entre el río Melimoyu sur o río Marchant, que atraviesa el Parque Nacional Melimoyu y desemboca en la Bahía Melimoyu. Los ríos Queulat y Cisnes, en tanto, aportan al Parque Nacional Queulat y desembocan en el canal Puyuhuapi, frente al Parque Nacional Isla Magdalena, beneficiando a estas dos áreas protegidas.

Más al sur, el Yelcho y el Chaitén se vinculan con el Parque Nacional Pumalín Douglas Tompkins, mientras que el Palena se relaciona con tres áreas protegidas, fluyendo hacia el Área Marina Costera Protegida de Múltiple Usos Pitipalena-Añihue, el Parque Nacional Corcovado y el Parque Nacional Melimoyu.

La relación de los ríos con las zonas costeras donde desembocan benefician directamente a la biodiversidad de estas áreas. Dejando patente que, el agua de los ríos, no se pierde en el mar.